Simultáneo
Vivimos inmersos en un mundo donde la simultaneidad y la impredecibilidad nos rodean constantemente, creando un caos organizado que no sigue un orden comprensible. Esta tensión entre el control y el descontrol nos enfrenta a la sobrecarga de lo existente, lo pasado y lo futuro, sin una comprensión clara de nuestra realidad cotidiana. La vida, entendida como un fenómeno inacabado, se mueve entre lo arcaico y lo inédito, entre lo visible y lo invisible, donde el azar y la lógica se entrelazan en una espiral de bifurcaciones infinitas.
La propuesta artística plasma estos conceptos a través de un laberinto de paneles de vidrio coloridos que refleja y refracta el espacio en fragmentos, simbolizando la coexistencia de múltiples realidades. En este entramado sensorial, los visitantes se sumergen en una experiencia de luces y reflejos que distorsionan su percepción del tiempo y el espacio, invitándolos a reinterpretar su relación con lo real y lo ilusorio. La simultaneidad y la impredecibilidad generan una sensación de incomodidad, pero también de seducción, mientras el visitante atraviesa caminos bifurcados que revelan nuevas perspectivas.
Al final del recorrido, el visitante se enfrenta a su propio reflejo en el espejo, transformado por la experiencia. Este laberinto no busca ofrecer respuestas, sino celebrar la incertidumbre y lo inacabado como aspectos inherentes de la existencia humana. La intervención es una metáfora de la vida como un conjunto de fragmentos que nunca encajan del todo, un recordatorio de que habitar la incertidumbre y abrazar la impredecibilidad es parte esencial de nuestra naturaleza.